-Vamos, dormilona – oi cómo
susurraban en mi oido – vamos Cris levanta
-Joder – murmuré
-¡Qué te he dicho de las
palabrotas en esta casa! – dijo gritando – vístete, baja a desayunar y vete con
Lucas al instituto. – y se fue dando un portazo
No sé qué tenía en contra
esta mujer con las palabrotas, no era para tanto.
Me levanté a regañadientes
cogí lo primero que vi de ropa en mi maleta y entré en el baño dispuesta a
darme una ducha. Ni siquiera sabía qué hora era, o si me daba tiempo a darme
una ducha o no, pero me daba bastante igual llegar tarde a clase… no sería nada
nuevo.
Después de mi ducha más o
menos relajante, bajé por las escaleras y entré a la cocina, allí me encontré a
mi nueva familia comiendo en una pequeña mesa que se encontraba en el centro de la habitación,
hablando tranquilamente, o al menos mi madre y Derek, porque Lucas estaba
callado mirando a su desayuno.
-Buenos días… ya veo que os
va lo de comer juntitos, tipo familia feliz… que bien… - ironicé
-Anda, siéntate y desayuna,
que vais a llegar tarde a clase, nosotros nos vamos.
Mi madre se acercó, me dio un
beso en la mejilla, otro a Lucas y desapareció por la puerta junto con Derek,
yo me limité a sentarme con una magdalena en mi mano esperando a que Lucas
dijera algo, pero solo abrió la boca diez minutos más tarde para decirme que
teníamos que irnos o llegaríamos tarde.
Me levanté cogí mi mochila y
salimos de casa. Como de costumbre Lucas no abrió la boca en todo el trayecto,
se limitaba a meter sus manos en los bolsillos de su pantalón y andar con la cabeza gacha, me sacaba de
quicio.
Llegamos en seguida al
instituto, bastante grande por cierto, y entramos encontrándonos con un enorme pasillo
lleno de taquillas y de personas.
Estaba alucinando con lo
grande que era, cuando de repente un chico alto y musculoso se acercó a Lucas y
de un empujón le tiró al suelo. Y fue en ese momento cuando lo entendí.
-No me jodas… - susurré – No
me jodas que eres el pringao del instituto, ¡joder! ¡No me jodas! ¿¡Pero por
qué me tiene que pasar todo a mí!? – dije muy alterada yendo hacía secretaría y
dejando en el suelo a Lucas.
Una vez pedí el horario me
fui hacía mi clase, nada más entrar todos los ojos de posaron en mi, vi a Lucas
y me acerqué lentamente a él, todo el mundo seguía mirándome, me estaban
hartando.
-¿Queréis una foto o qué?
¡Joder, menuda panda de anormales! – dije gritando
Una vez llegué al lado de
Lucas, tiré mi mochila a la mesa de al lado.
-¿Está ocupado? – pregunté
bruscamente.
No esperé respuesta y me
senté, y después de tres horas interminables llegó el recreo, Lucas se levantó
y sin decirme nada se fue, este chico es
tonto – pensé
Recogí rápidamente y me fui
tras él. Después de recorrer los pasillos y gran parte del patio se dirigió
hacia la parte trasera del instituto dónde había césped y árboles, se sentó y
yo le imité.
-¿Pero a ti qué coño te pasa?
No conozco a nadie ¿me ibas a dejar sola?
-Mejor que estar con el
pringao del instituto ¿no?
-Oh… el niñito se ha
ofendido, y que quede claro que si estoy contigo, es porque no conozco a nadie,
métetelo en esa cabecita.
Tenía la sensación de que
había sido demasiado borde con él… pero bueno, así soy yo.
El resto del recreo nos lo pasamos
en silencio hasta que la campana sonó y subimos de nuevo a clase.
Acabé harta de tantas
matemáticas y tanta economía, en cuanto anunciaron el final de clase recogí mis
cosas y le dije a Lucas que me esperara a la salida que quería decorar un poco mi
taquilla. Caminé lentamente hacia esta y tras pelearme con la cerradura
conseguí abrirla y comencé a pegar fotos de gente famosa, ya que no tenía fotos
con las supuestas amigas que tenía en Madrid.
Estaba concentrada en mi
tarea cuando de pronto se cerró mi taquilla de un portazo, me giré lentamente,
para ver quién había sido el gilipollas que había cerrado mi taquilla, y me
encontré con el mismo imbécil que había empujado a Lucas esa misma mañana, el
típico guapo musculitos que se creía un Dios del Olimpo. No quería meterme en
problemas tan pronto, y sabía que si me quedaba allí los tendría, así que sin
decir nada me giré e intenté irme, pero el musculitos se puso delante de mi
impidiendo que pudiera caminar.
-Tú debes ser la chica nueva
– dijo con una sonrisa sexy.
-La chica nueva tiene un
nombre
-¿Y cuál es?
-Mi nombre es
Atiqueteimporta, pero me llaman apartatedemicamino – le contesté sonriente.
-Venga preciosa dime tu
nombre…
-Cristina – quería acabar con
esto cuanto antes e irme de aquí.
-¿Puedo llamarte Cris?
-No, tú no
-Pues yo soy Alex… y quédate
bien con este nombre porque en unos días, cuando estés en mi cama, justo debajo
de mí, es lo que no podrá parar de gritar. – dijo con una sonrisa de chulería e
insuficiencia en su rostro.
-Claro que sí, campeón – le
contesté dándole un pequeño puñetazo en hombro y me largué de allí.
Menudo gilipollas, lo llevaba
claro si pensaba que me iba a costar con él, si claro…
Salí por la puerta del
instituto y busqué a Lucas con la mirada, le ví sentado en un banco mirando
detalladamente a un grupo de chicas que hablaban animadamente, sigilosamente me
senté a su lado.
-¿Cuál es?
-¿Perdona?
-La que te gusta, ¿cuál es?
-No me gusta
-¿La morena? ¿la rubia? ¿O la
otra morena más alta? – pregunté ignorando su anterior comentario.
-La rubia – confesó al fin –
pero nunca va a querer nada conmigo
-¿No me digas que estas
enamorado de la típica chica popular que solo se acuesta con el capitán del
equipo de fútbol?
-Si… - susurró
-¡Joder! Esto es cómo la
típica película americana – dije riéndome.
-¿Por cierto dónde estabas?
-Estaba hablando con tu amiguito
-¿Amiguito?
-El gilipollas que te empujó
-Alex…
-Ese mismo, el muy tonto se
cree que se va a acostar comigo – comencé a reírme sonoramente mientras veía
cómo Alex se encontraba con las chicas, tras unos segundos hablando giró su
cabeza de un lado a otro buscando algo hasta que se encontró con mi mirada, me
sonrió y me señaló diciéndole algo a las chicas.
-Vámonos – dijo Lucas
nerviosamente levantándose del banco.
-Si hombre, el espectáculo
solo acaba de comenzar, siéntate y disfruta – dije tirándole del brazo para que
se volviera a sentar
-Cris… por favor – me dijo
suplicando con la mirada
-Está bien – suspiré
pesadamente y comenzamos a andar escuchando como Alex repetía mi nombre
esperando que parase de andar, por supuesto le ignoré.
Ni una palabra en los diez
minutos que llevábamos de camino, estaba cansada de ir siempre en silencio, por
lo que opté por empezar yo la conversación.
-¿Me presentarás algún día a
tus amigos?
-Claro – otro silencio de
cinco minutos
-No me lo pones fácil…
-¿Perdona?
-Que no me lo pones fácil, el
tener una conversación contigo, me refiero, la verdad es que me caes bien, y créeme
viniendo de mi eso es un privilegio – dije sonriendo.
-¿Echas de menos a tus
amigas?
-¿Qué amigas?
-Las de Madrid
-La verdad es que no… ni siquiera
me despedí de ellas
-¿Por qué?
-Bueno… no es fácil de
explicar
-Querías mantener una conversación
¿no? – asentí – pues cuéntamelo, o al menos inténtalo.
-Vale… cuando estaba en el
colegio, en primaria, tenía muy buenas amigas, éramos las mejores amigas, pero cuando
mis padres se separaron, las cosas cambiaron, me distancié de ellas y más tarde
mi padre me cambió de instituto, y no volví a saber de ellas… y en cuanto
amigas del instituto, nunca tuve, conocí a un grupo de chicas que más o menos
aguantaba y me servían para salir de fiesta, pero nunca las consideré mis
amigas… y esta es mi historia.
-Vaya… ¿por qué te alejaste
de tu amigas del colegio?
-La verdad es que las que se
alejaron fueron ellas – admití – y no las culpo, me volví insoportable, era
mala con todo es mundo y tenía una actitud muy mala…
-Vamos, como ahora ¿no?
-Ja,ja – ironicé – no te
cojas tantas confianzas conmigo, chaval.
Por fin llegamos a casa,
Lucas abrió la puerta y el silencio reinaba en el lugar.
-Están trabajando todavía,
vendrán por la noche.
-¿Estarán para cenar?
-No
-¿Estás todas las tardes
solo?
-Si
-¿Y no te molesta?
-No
-¿Sabes lo que más me molesta
a mi? – pregunté mientras dejaba la mochila en el suelo del salón – Que solo me
contestes con monosílabos.
Él rió y subió por las
escaleras, supongo que a su habitación, mientras a mi se me quedaba grabada esa
preciosa risa que había escuchado por primera vez
Hola!, encontré tu blog y me leí completa la novela que estas escribiendo. ¡Me ha encantado!
ResponderEliminarhahaha a veces me gusta la personalidad de Cris, algo atrevida y se defiende de todo el que trate decirle cosas,-como ese maldito Alex- e_é hahaha pero tiene sus puntos malos e_é x'D no me gustó como trató al pobre de Lucas, él también debe de tener sus problemas e_é no es la única que debe estar pasando un mal rato, ¿Un poco arrogante? pero bueno, ella tuvo su pasado donde sus padres se divorciaron :C y cambió totalmete, debió de ser algo demasiado duro.
Y su Mamá, que no la buscó ni le habló por 7 años!! y ahora quiere arreglar las cosas con tan sólo un click, debe de tener sus razones...
Lucas! hahaha enamorado de la típica chica rubia con ojos azules XD! hahahaha :P me encantó Cris cuando le dijo que era la típica novela americana XD haha :P
Bien!, ya te sigo para no perderme ningún capítulo, Me encantaría que te pasaras por mi blog y comentaras una novela que yo también estoy escribiendo :3 se trata de fantasía y todo eso :D apenas lleva 3 capítulos :3 por si te interesa :D
Un saludo!
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Me desaparecí muucho tiempo >_<
ResponderEliminarEl capitulo es geniaaaaaaaaal, JUM a Lucas le hacen bullying T_T Putos imbéciles. Y ese tal Alex, me recuerda a un compañero mio, de esos que se creen geniales, pf, me dan asco.
Ojalá Cris y Lucas se hagan más amigos (:
No sé porque tengo el presentimiento de que Alex la va a violar ._.
Saluudos!