Cristina es una chica de 17 años que vive en Madrid con sus padres, es una chica dulce, amable y simpática hasta que sus padres se separan y tiene que vivir solo con su padre, en ese momento Cristina se vuelve mezquina, antipática, egocéntrica, pero su vida dará un giro que nadie se esperaba, la muerte de su padre cambia por completo su vida ¿quieres descubrir que le pasará en su nueva vida?

viernes, 29 de marzo de 2013

Capítulo 8



Me levanté al día siguiente con los gritos de mi madre, a esta mujer le gustaba demasiado gritar. Abrí la puerta de mi habitación dispuesta a bajar a la cocina cuando me encontré con Lucas.
-Bonito pijama – me dijo con una pequeña sonrisa burlona
Me miré a mi misma, llevaba un pijama Mickey Mouse.
-Gilipollas- susurré
Bajé las escaleras y al final de estas me encontré con mi madre.
-Buenos días cielo – me saludó sonriente
-Buenos días – contesté lentamente, desconfiada de esa pequeña sonrisa que tenía mi madre en la cara - ¿Por qué estás tan feliz?
-Te tengo una sorpresa – me contestó entrando conmigo a la cocina, saludé con un movimiento de cabeza a Derek y me senté.
-¿Qué sorpresa?
-Vamos a ir a ver a tu abuela – me respondió Derek
-¿Mi abuela? Eso es imposible, las dos han muerto
-Se refieren a mi abuela – dijo Lucas haciendo mayor hincapié en el “mi”
-Y dale, esa no es mi abuela, y ese – hablé señalando a Lucas – no es mi hermano, a ver si empezamos a diferenciar un poquito las cosas.
-Vístete – dijo mi madre ignorando completamente mi comentario
Bufé y subí lentamente las escaleras, seguida de los pasos silenciosos de Lucas. Antes de llegar a  mi habitación, me giré y mirando a mi “hermano” comencé a hablar
-¿Hay alguna forma de librarme de esto? – pregunté
-No – contestó y enseguida se dirigió a abrir la puerta de su habitación
-Oye, espera – le retuve cogiendo su mano - ¿me das un besito?
-¿Qué? – me preguntó extrañado girando su cuerpo para poder mirarme a la cara
-Ya que somos hermanos, no te importará darme un beso ¿verdad?
-Cristina no empieces… - contestó con tono cansado
-Como me vuelvas a llamar Cristina te meto un puñetazo en la cara, ¿entendido? – le amenacé – dame un beso, por favor – continué poniendo mi mejor cara de niña buena.
-En la mejilla – me advirtió señalando con su dedo la zona nombrada
-En la mejilla - le aseguré – pero luego te doy yo otro – respondí comportándome como una niña de cinco años – donde yo quiera.
-No, donde tú quieras no
-Vale, en la mejilla… tu empiezas – dije dando pequeños toquecitos en mi mejilla incitándole a darme un beso
Después de resoplar y suspirar, se acercó lentamente a mí y posicionó sus labios en mi mejilla haciendo un poco de presión. Se separó rápidamente poniéndose colorado.
-Mi turno
Me acerqué lentamente a él, poniéndome de puntillas, y acerqué mi cara a la suya con mucho cuidado, como si me aproximara a un pequeño cervatillo al que no quería asustar, mientras él cerraba sus ojos y delicadamente dejé un pequeño beso en la comisura de sus labios, muy cerca de su boca. Me separé rápidamente de él y entré dentro de mi habitación con una pequeña sonrisa en mi cara.
-A la mierda la nueva Cris – susurré mientras me aproximaba a mi armario
Una vez vestida bajé al salón donde me estaban esperando, incluido Lucas, el que parecía avergonzado cuando nuestras miradas se cruzaron. Nos montamos en el coche y pusimos rumbo a casa de “mi” abuela.
-Como sea una vieja loca yo me voy, que quede claro – advertí una vez que llegamos
-Cris, ya vale, respeta un poco a tus mayores – me regañó mi madre
-No, si yo los respeto, pero como esté muy chocha yo me voy
-¡Cristina ya vale! – gritó mi madre cansada de mi actitud
-Vale, vale, relájate
Ignoró mi comentario y nos aproximamos hacia la pequeña casa, llamamos al timbre y en seguida se abrió la puerta dejando ver una figura de baja estatura, y con una sonrisa adornando su rostro, acompañada de pequeñas arrugas por toda su cara, pelo canoso, media melena y con una pequeño lunar al lado de su pequeña nariz.
-¡Mis niños! ¡Qué sorpresa! – exclamó llenando de besos la mejilla de Lucas.
-Mamá, venimos todos los domingos – rió Derek mientras daba un tierno beso a su madre
-Ya lo sé cariño, pero la semana se me hace eterna hasta que venís… y tú debes ser Cristina – comentó posando los ojos en mí, una vez saludó a mi madre
-Cris – dije intentando sonar amable
-Ven aquí cariño y dame un beso – habló cogiéndome de la mano y posando un beso en mi mejilla – y bienvenida a la familia
Entremos dentro de la casa, mi madre y Derek fueron a la cocina a ayudar a la anciana mujer a preparar la cocina y yo me fui con Lucas al salón. Comienza el juego – pensé
-Lucas, Lucas, Lucas… - comencé a hablar inocentemente con una sonrisa en mi cara
-Cris, ya vale de jugar – me advirtió cruzándose de brazos
-No estoy jugando, es solo que le tengo mucho cariño a mi hermanito
-Cris, por favor, para ya – suspiró cansado, llevándose una de sus manos a su pelo para momentos después revolvérselo dándole así un toque más sexy.
-Pero si no he hecho nada – dije acercándome a él – ven anda, dame un abrazo – abrí los brazos y le abracé, él se quedó parado con los brazos quietos a ambos lados de su cuerpo – Pero devuélveme el abrazo, que no es tan difícil – al ver que me ignoraba, cogí yo misma sus brazos y los puse a mi alrededor - ¿ves? Mucho mejor.
-Mírales, las dos personas más bonitas del mundo – comenzó a hablar mi abuela, dando una pequeña palmadita – me alegro que os llevéis tan bien… mis nietos queridos – dijo acercándose y uniéndose al abrazo
Después de comer, todos se quería ir a dormir un rato antes de volver a casa, a mi no me apetecía, así que decidí pasármelo bien con Lucas.
-¿Dónde vas a dormir? – pregunté a Lucas cuando todos se habían ido ya a dormir.
-En mi habitación – contestó dirigiéndose a ésta
-¿Tu habitación? – cuestioné siguiéndole
-Sí, antes solíamos venir más y nos quedábamos a dormir, así que me dieron mi propia habitación.
No le contesté, me limité a seguirle y a meterme en la cama con él
-¿Qué haces? – preguntó alarmado cuando se dio cuenta de que me estaba metiendo en la misma cama.
-Pues dormir – contesté sonriente
Resopló y se dio la vuelta dándome la espalda. Iba a conseguir un beso suyo costara lo que costase. Me acerqué lentamente a él pasando mi brazo por su cintura y pegándome a él.
-Ya vale Cris
-Date la vuelta… es de muy mala educación hablar sin mirar a la cara.
Se dio la vuelta asqueado y me miró a los ojos. Comencé a acercarme lentamente a su cara, mirándole a los ojos y a los labios de vez en cuando, me apetecía besarle, ya no solo porque me lo había propuesto, sino porque quería, me apetecía de verdad. Cuando estaba a punto de rozar nuestros labios, Lucas de separó lentamente.
-No vas a besarme ¿cuántas veces te lo voy a tener que repetir? – preguntó cansado
-Vas a caer, lo sé, tarde o temprano caerás – dije separándome de él
-¿A caer? Hablas como Alex…
-No, eso si que no – contesté ofendida – a mi no me compares con ese chulo de mierda, yo no soy como él.
-Vale Cris, lo que tú digas – respondió dándose la vuelta y dándome otra vez la espalda.
Me levanté y me fui de allí. Salí de la casa y me quedé en el pequeño jardín que se encontraba en ésta, me tumbé en él, y sin querer, me quedé completamente dormida.
-Cris… Cris… - una voz susurró en mi oído – Cris despierta que nos vamos
Yo gruñí a modo de respuesta y lentamente fui abriendo los ojos hasta encontrarme con el rostro de Lucas, muy cerca del mío, mirándome fijamente.
-Buenos días – saludó a modo de burla, para después depositar un pequeño beso en mi mejilla
-¿Pero a ti qué coño te pasa? – pregunté incorporándome, quedándome sentada en el suelo – antes te he tenido que rogar por un simple abrazo y ahora me das un beso por iniciativa propia, tú necesitas un psicólogo, urgente.
-Vamos, nos vamos a casa – dijo ignorando mi comentario y alargando su mano ofreciéndola de ayuda, yo me limité a coger su mano y a levantarme.
En cuanto tuvo oportunidad deshizo nuestro agarre y nos dirigimos hacia la entrada de la casa donde mi madre y Derek se despedían de la mujer, me acerqué lentamente viendo como se despedía efusivamente de su nieto, cuando acabó con él, dirigió sus verdes ojos hacia los míos.
-Bueno, preciosa, me ha encantado conocerte – dijo con una sonrisa en su rostro dándome un beso en la mejilla – espero que vuelvas por aquí más a menudo.
-Volverá, no te preocupes – contestó mi madre antes de que yo pudiera abrir la boca.
Nos despedimos de ella una vez más y nos montamos en el coche dispuestos a llegar a casa. El viaje se me estaba haciendo eterno, así que decidí entretenerme un rato, me senté disimuladamente en el otro asiento, al lado de Lucas, y deslicé delicadamente mi mano por la pierna de Lucas, ascendiendo lentamente, ante la atenta mirada de este.
-Te estás pasando – susurró
Yo le mandé callar poniendo mi dedo índice en mi labios y continué subiendo, cuando estaba a punto de llegar a su entrepierna, una mano me detuvo, miré lentamente hacia arriba topándome con los ojos de Lucas. Decidí dejarle en paz, además ya habíamos llegado y no quería que mi madre me pillara pervirtiendo a su querido hijastro. Una vez el coche paró, nos bajamos y entramos en la casa. Subí las escaleras y posicioné mi mano sobre el pomo de la puerta de mi habitación, decidida a entrar dentro, pero una mano me detuvo.
-Cris, ya basta de juegos – dijo Lucas, aproximando su cara a la mía.
-¿Estás enfadado? – pregunté temerosa, el recuerdo del momento en el que me gritó vino a mi mente, sus ojos expresaban enfado, igual que en ese mismo momento.
-Hasta mañana Cris – susurró soltando mi brazo y caminando hacia su habitación cabizbajo.
Yo por mi parte me quedé mirando cómo entraba en su habitación y como cerraba la puerta cuidadosamente.
-¿Bajas a cenar cariño? – me preguntó mi madre sacándome de mis ensoñaciones
-No… no me apetece – y antes de que pudiera si quiera articular palabra entré dentro de mi habitación.
Estaba haciendo enfadar a Lucas, eso estaba claro, pero había decidido que me iba a besarle, es más que me iba a acostar con él, e iba a hacerlo, costara lo que costase.
.......................................................................................................................................
Damas y caballeros, he aquí el capítulo más mierda de la historia, siento que sea tan malo, pero es que no se me ocurría que coño podían hacer un domingo, así que...
Bueno que tengo la esperanza de que todavía haya alguien dispuesto a leer mi novela después de haber estado no sé cuánto tiempo sin publicar y eso, que espero que os guste y mumumumumuchas gracias por leer y comentar, me alegráis los días :)
Un beeeeeeeeeeeeso :D 

Lo sientooo

Holaaaaaaa, siento mucho haber estado tantísimo tiempo sin pasarme por aquí, pero segundo de bachillerato es un ASCO, y no tengo tiempo para nada, peeeero a partir de ahora intentaré escribir los fines de semana e iré subiendo los capítulos poco a poco, pero tampoco prometo nada xD y si podéis dejarme en comentarios cada vez que escribís una entrada en vuestro blog os lo agradecería muchísimo, que así llevo mejor controlado si os leo o no, bueno, que siento no haber escrito y que intentaré hacerlo :)
Uuuuuun beso :D